La Semana Santa en Ecuador
En Ecuador, la celebración de la Semana Santa tiene características particulares. Las procesiones, la preparación de la fanesca o la tendencia de pasar el feriado en la playa son algunas de las maneras como los ecuatorianos han ido modificando la tradición de conmemorar esta celebración católica.
De acuerdo con la historia, en Occidente, la celebración de la Pascua -el “paso“ de Jesús de la muerte a la vida- consistía en un ayuno riguroso que duraba muy pocos días; seguido de un tiempo festivo que se prolongaba por 7 semanas, el “Pentecostés de la alegría” según Tertuliano. Durante estos días estaba prohibido ayunar y se oraba de pie. Sensiblemente, en el transcurso de los años, esto ha cambiado.
La Iglesia Católica inicia el período de Cuaresma con la imposición de la ceniza, esta consiste en 40 días de penitencia y oración que conllevan a celebrar con gozo y paz las fiestas pascuales.
La Cuaresma representa un período litúrgico en el cual el fiel se alista a vivir la resurrección de Cristo.
Antiguamente se caracterizaba por la preparación final de los catecúmenos, que en la vigilia pascual recibían el bautismo. Luego se lo consideró período de penitencia y renovación para toda la Iglesia, con el ayuno y la abstinencia.
Los viernes de Cuaresma constituyen, para los fieles, un periodo de abstinencia, que significa renunciar voluntariamente a realizar cualquier acto placentero.
En su lugar se deberían practicar las obras de caridad, como visitar a los enfermos.
La ceniza se obtiene de la quema de ramos con que los feligreses católicos dan la bienvenida a la Semana Santa y recuerdan la llegada de Jesucristo a Jerusalén.
Una vez que se queman todos los ramos, los restos se conservan en una vasija hasta el Miércoles de Ceniza.
Para la colocación de la ceniza en la frente de los devotos, el párroco de la iglesia la mezcla con un poco de agua en un recipiente especial para la ceremonia religiosa. La unción se realiza con un pequeño crucifijo o con el dedo índice.
El ritual lo llevan a cabo en forma privada todos los sacerdotes en sus respectivas parroquias.
En este período es obligación, para los cristianos, asistir a misa todos los domingos y participar activamente de la Eucaristía, además de hacer ayuno y abstinencia el miércoles de ceniza.
La iglesia señala que la ceremonia eucarística es exclusivamente penitencial. Ya que es una época donde se debe hacer penitencia, se deben realizar actos de piedad y obras de misericordia, que son signos de arrepentimiento.
La ceniza debe permanecer en la frente, porque su imposición recuerda a todos los cristianos que empieza el tiempo de preparación para la Semana Santa.
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